Una metáfora de la vida.
El pato, que nace diferente, es rechazado por todos los animales de la granja e incluso por sus propios hermanos, solo su madre lo defiende y no con mucha fe.
El rechazo se convierte en acoso y este termina en maltrato y en fracaso.
El Pato decide finalmente abandonar la granja, y de esta manera se ve expuesto a los peligros del campo abierto como metáfora de la vida misma.
Finalmente la naturaleza cumple con su cometido y el Pato Feo se convierte en un hermoso cisne después de pasar penalidades y peligros.
Recupera la autoestima y el reconocimiento es inmediato.