El Quijote ve el mundo según lo leyó y el sueño no produce los monstruos de la razón dormida. Llama a la valentía. Al honor perdido. Nuestro héroe empuña la espada con torpeza y se le ríen. Se le ríen para hacerlo eterno. Don Quijote sufre, en la melancolía eterna del que hace el camino de la vida…
Dos salidas que realiza DON QUIJOTE y a las que llamamos “AYRES”, inspiran las aventuras de este singular espectáculo que refleja gran variedad de ritmos y estilos de la danza española.
Nunca un viaje duró tanto, ni fue tan hermoso. Y tanto duró, que aún lo seguimos viajando, subiéndonos a su galopar dulce, recorriendo las montañas, asombrándonos frente al mar. Surcar en gateras los molinos, otear el horizonte desde el lomo de un pasaporte vencido, como en la España de hoy…