TAKE ONE hace referencia a la primera vez que se toca una canción para ser grabada, contando con que pueda haber más de una. Se trata de la toma (de sonido) número uno de un determinado material musical. En el terreno del jazz y las músicas improvisadas muchas veces la primera toma es la mejor por muchas razones, entre ellas la frescura, la espontaneidad, la relación estímulo-respuesta en términos musicales a partir de un diálogo siempre renovado. La utilización del inglés viene dada por su estrecha relación con el jazz como forma y marco estético, reservando para el contenido el discurso más regional, más personal, que aporta multiculturalidad al gran género musical del siglo XX.