La Gran Partita, compuesta para trece instrumentos, doce de viento y un contrabajo, es uno de los mayores exponentes de la música para Harmonie de la época clásica. La partitura se basa en los documentos que hablan del estreno de una obra para instrumentos de viento en un concierto a beneficio del clarinetista Anton Stadler, en el Burgtheater de Viena, el 23 de marzo de 1784, donde se interpretó la obra aunque no completa. Con la Gran Partita Mozart hace estallar el género de la Serenata, pero con mucha habilidad, no imita el estilo de la sinfonía puesto que no escribe para una orquesta sinfónica. Es pues, una obra única, sin futuro en el arte de Mozart y sin apenas imitadores después, convirtiéndose en una pieza majestuosa como una cima solitaria y misteriosa.