La trama
La historia está inspirada en “La fabrica de las maripisas” de Gioconda Belli y en el comic “Trino” de Altan.
Nos encontramos en los días que preceden la creación del mundo. El espacio está poblado por bocetos en blanco y negro de lo que va a existir. Hay una especie de divinidad, la Guardiana de la Sabiduría, que tiene que rendir cuentas a un empresario que pone la pasta. Empleados directos de la Guardiana son los “dibujantes de todas las cosas” que, dibujando, crean el mundo. Entre ellos hay un grupo de amigos especialmente transgresores que realizan experimentos prohibidos a la búsqueda de combinaciones extravagantes y sorprendentes, violando de esta manera las “reglas de la creación”
Pillados in fraganti mientras proyectan una criatura “no reglamentaria” están obligados a volver a portarse bien. Desde este momento, si aún querrán seguir creando, podrán hacerlo sólo en el aburridísimo “taller 14”, lugar destinado a la producción de los miles de millones de moscas que poblarán la tierra y gestionado por una especie de viejo bibliotecario enmohecido. Un dibujante se rebela y lo despiden. Los demás intentan adaptarse al nuevo trabajo pero no consiguen conformarse con una vida monótona y rutinaria. En particular uno de los cuatro no quiere dejar de perseguir su sueño de toda la vida: una flor que vuela.
Al final hay un premio para su constancia. El proyecto inicial del mundo ha sido modificado con la aprobación desde arriba, pero quizás esta vez el poder de la fantasía y de la belleza serán más fuertes que cualquier regla.
Notas de dirección
El tema central del espectáculo es el de las decisiones que cada uno de nosotros tiene que tomar a lo largo de la vida, y el del empuje a seguir las inspiraciones personales antes que supeditarlas a las circunstancias. La posibilidad de dibujar el mundo que nos gusta antes que hacernos gustar el que nos obligan a dibujar.
El mundo en construcción tiene el aspecto de una especie de plantilla en la que todos los elementos sólo están esbozados. La escenografía está compuesta esencialmente por los mismos cuerpos de los actores, que interactúan y se mezclan con las imágenes video que hacen de fondo constante de la acción teatral.
El movimiento de los cuerpos se encarga de la representación de los ambientes, objetos, elementos naturales y estados anímicos. Esto obliga los actores a una continua metamorfosis que devuelve al público el sentido de la búsqueda creativa de una forma, en un juego extremo entre cuerpo e imagen.
Las animaciones video se vuelven a mano a mano ambientación, mundo interior, escenografía o personajes con los que los actores interactúan y se funden, en la búsqueda de un lenguaje a medio camino entre el dibujo animado y el physical theater.
La palabra se vuelve propiedad exclusiva del Dios-empresario que ha encargado el proyecto del mundo, mientras la búsqueda estilística de sobre los personajes está inspirada en la gestualidad del cine mudo, en una relación estrechísima entre movimiento y búsqueda.
Los dibujos con lápiz que se componen en la pantalla hablan de un mundo apenas esbozado y en camino de constituirse. Un mundo provisional, incompleto, donde todo aún es posible con tal de que no nos paremos delante de las normas decididas una vez por todas, sino que siempre tengamos el coraje de buscar otras vías.