Dos personajes, encarnados por una intérprete de danza y un guitarrista de jazz, dialogan sobre el miedo a través de la música, la palabra y el movimiento. En una atmósfera inquietante, generada por drásticos cambios de luz, la desnudez del silencio y las entramadas melodías de una guitarra eléctrica, desentrañan el temor que nace ante los cambios profundos. Tejiendo una poesía existencial acompasada por textos de Franz Kafka y Ani Difranco contemplan el vacío que queda al derrumbarse los parámetros que sostienen sus vidas.
Quizá el miedo no se pueda combatir, sólo comprender.