Por Derecho Pepe Flores

Nos encontramos ante un espectáculo sin argumentos, solo sentimientos, sin artificios, sin adornos, palo tras palo, sin engaños, despiertan el alma derramando alegrías y penas.
Un gran flamenco para un cuidado espectáculo. Pepe Flores nos presenta un espectáculo fresco, una propuesta que no deja indiferente.
Su intención es sencilla: Transporta a su público a una auténtica noche en uno de los Tablaos en las que tantas madrugadas a regalado su arte, fuerza, ímpetu, garbosidad sublime, aplomo, verdad y sentimiento. Mucha nobleza que transmite con un brío que asusta.
Como buen flamenco sabe que el camino no es fácil; continuo aprendizaje de los maestros. Pero ya despunta con su nuevo espectáculo en el que la armonía y la meditación con la que se ha creado hace que no sea arte de un día.