En Arabia, el Emperador tiene un hijo y toma la decisión de abandonarlo a causa de una maldición realizada por la bruja en el día de su nacimiento.
En Venecia, Flavio e Isabella quieren casarse. Pero la crisis global, “típica de aquellos tiempos”, hace imposible dicha voluntad: los precios de los palacios son cada vez más disparatados, los mercaderes no dan más fácilmente los créditos; no pueden acceder a ayudas económicas; y por sobretodo, el padre de Isabella, el famoso Doctor Graziano, no quiere dar la dote a su hija que pretende tenerla consigo en su propia casa para el resto de su vida.
Hecho contrario sucede en casa de la señora De?Bisognosi, que quiere echar a su hijo inútil que todavía vive con ella.