REGISTRO

ESPECTÁCULOS

Espectáculos para niños y niñas

Cuentos del Mundo: Armenia Historia de un hombre feliz

Subgénero:
Espectáculos para niños y niñas
Duración:
50min
Fecha de Estreno:
22 abril 2009
Autoría:
Cuento de tradición oral
Dirección:
Marisol Rozo
Intérpretes:
Ara Malikian, violin. Humberto Armas, viola Luis Gallo, guitarra Nacho Ros, contrabajo Marisol Rozo, narradora.
Adaptación:
Marisol Rozo
Música:
Ara Malikian ensemble
Formato:
Mediano
Hace mucho tiempo- poco, vivía- vive en un lejano- cercano pueblo un rey muy bueno y justo; éste se preocupaba por todo lo que le pasaba a su pueblo, si tenían hambre o si estaban contentos, y para a comprobarlo personalmente se vestía de civil con unas prendas humildes y salía a pasear por las calles y laderas de su reino.
Uno de esos días, caminando llegó hasta uno de los barrios más alejados y pobres, llegó allí casi sin darse cuenta; entró por una calle pequeña, y allí se detuvo a observar a los niños jugar en la calle, las mujeres y hombres que regresaban a casa después de un día de trabajo duro.
De pronto llegó a sus oídos una música alegre que salía de una de aquellas casas, arrastrado por la curiosidad se acercó, la música era cada vez más cercana, más alegre más fuerte, y los cantos y las celebraciones de las voces le hicieron asomar la cabeza a través de las cortinas de canutillos, y entonces pudo descubrir que en la única habitación que componía la casa se estaba celebrando una divertida ¡fiesta!

Música

Al verlo el propietario de la humilde vivienda le dijo
- Pasa buen hombre, no te quedes ahí parado, soy Giraïr, comparte con nosotros estos alimentos y esta música que nos inspira el amor y la naturaleza.

Música (acompaña guitarra)

Y así estuvieron hasta que poco a poco se fue la gente porque al día siguiente había que trabajar. Se quedaron el rey y Giraïr, el rey vio como este pagaba a los músicos y los despedía con un ¡hasta mañana la misma hora!
Al quedarse solos el rey no aguantó la curiosidad y le preguntó a Giraïr:

Rey: perdona mi intromisión, pero veo que vives muy humildemente, ¿cómo te puedes permitir estas fiestas?

Con mirada tranquila y una sonrisa Giraír le respondió:

Girair: verás buen hombre, soy zapatero y con las pocas monedas que gano, en la noche celebro comiendo y bailando la fortuna de estar
vivo y si cada día hay otro que se une. Tenemos una alegría
más para celebrar.