MONTAGEM nace de la necesidad de contar historias, y de contarlas empleando un lenguaje universal. Con una narración sutil, hecha no de palabras, sino de gestos. En la que no es fácil distinguir donde termina el teatro para
dar paso al circo. De este afán comunicativo se crea una historia
de opuestos. De dos extremos, historicamente enfrentados, que tras un inesperado giro de su cotidianeidad, se verán obligados a emplear
sus diferencias para entenderse, colaborar y sumarse. Por lo que tendrán que crear un lenguaje nuevo para ellos, en el que encontrarse, y también perderse.
Aquí es cuando el gesto cobra protagonismo. Hecho que, añadido al pequeño formato en el que se presenta, convierte a MONTAGEM en un espectáculo accesible a un gran abanico de público.