El espectáculo habla del encuentro entre un chico que ama escribir historias, quizás un joven Andersen, y una chica muy misteriosa que vive en una especie de cabaña, en una playa abandonada. El chico, impresionado por las historias que ha ido oyendo acerca de las sirenas de la boca del viejo sabio del pueblo, cree que la chica es precisamente una de esas criaturas marinas. De hecho la chica, muy guapa y fascinante, no se deja nunca ver por entero sino sólo hasta la cintura, habla y canta en un lenguaje que él desconoce y parece especialmente atraída por las cosas que relucen.
Después de un primer momento de desconfianza, gracias a los juegos, a las bromas y a los cuentos que intercambian, entre los dos nace una amistad. El chico empieza a escribir un relato sobre una sirena (aquí se insertan algunos pasajes del cuento original) que día trás día cuenta a su nueva amiga. Durante el espectáculo, la duda que la mozuela pueda verdaderamente ser una misteriosa criatura marina va creciendo hasta que el protagonista le pregunta cuál es su secreto. Entonces la
chica le revela la verdad: no es una sirena, no tiene una cola de colorines, sino dos piernas que un accidente marino ha dejado inmóviles. Es por esto que se ha refugiado en la cabaña y se ha construido un mundo todo suyo por el miedo de no ser aceptada.