Dos personas. Tras ellas un espacio deshabitado,
impersonal. En unos minutos, que son segundos, que es un trozo de tiempo… pueblan el lugar que les rodea. Lo llenan de luces y sombras, de reflejos irreales que son más verdad que sus propias manos, y descubren progresivamente lo que ese lugar en un principio parecía ocultar: Lalú.
Lalú son estas dos personas…, es este espacio…, es el personaje que lo habita..., es una mirada… Lalú es fugaz como un suspiro o un parpadeo.
Nosotros lo hemos creado para que ellos lo
imaginen…