Un viaje hacia un infinito - un camino que nunca acaba - es el mítico cruce entre oriente y occidente - la leyenda, la
decadencia y la esperanza. El Mediterráneo, como origen de antiguas identidades, de una riqueza de sucesos
constantes, de un permanente camino que entre-mezcla el pasado y el presente, es el marco contextual de este
viaje. Una línea incesante de personas que provienen de un mismo lugar y caminan hacia una misma dirección -
flujo de etnias, ideas, sensaciones y conceptos - es el centro del acontecimiento escénico y fuente desde la cual
surgen los protagonistas en escenario y con la cual luego interactúan.