Desde una interpretación libre de cuentos de Beckett y desde el convencimiento de que la danza es el mejor vehículo para transmitir lo que el cuerpo siente, la Coja Dansa se lanza a un espacio donde ningún intento por abandonar el lugar parece tener resultado. Nos lanzamos a acciones inútiles con la esperanza de que servirán para cambiarlo todo. Expresamos la confusión que nos invade y las sacudidas que nos agitan.