Las obras de Shakespeare han inspirado a multitud de compositores a lo largo de los tiempos. Gounod, Bellini, Berliotz y Chaikovsky dedicaron creaciones musicales a “Romeo y Julieta”. Pero Prokofiev fue el primer compositor que compuso un verdadero ballet shakesperiano, uno de los mejores ballets del siglo XX. Es en 1940 cuando “Romeo y Julieta” se estrena en el teatro Kirov de San Petersburgo, y en 1946, con la misma coreografía de Leonid Lavrovsky, este ballet triunfó sobre el escenario moscovita del Bolshoi.
Esta versión que presentamos ahora en España se estrenó en febrero 2004 y es la adaptación para el Ballet Imperial Ruso de la famosa coreografía de Leonid Lavrovsky por su hijo Mikhail Lavrovsky, que en las producciones de su padre con éxito interpretaba el papel de Romeo.