Se trata de unos títeres mixtos creados con parte del cuerpo de la manipuladora. Es un espectáculo para sala en el que los títeres-personajes habitan un escenario-edificio, “La Casita Azul”, que es un edificio enrevesado, desorganizado desde el punto de vista arquitectónico, pero lleno de encanto.
El músico-clarinetista parece que pasaba por allí y que se detuvo porque le inspiró el lugar, se contagió de su aire bohemio, del encanto de la imperfección y se quedó a tocar un buen día. Desde la calle expresa su emoción por medio de su música y se forma de este modo la banda sonora del espectáculo.
El espectáculo es para todos los públicos. Para los niños, porque hemos estudiado paso a paso cada acción pensando en ellos; y a su vez hemos buscado que despierte también el interés de los mayores, porque cualquiera puede sentirse identificado con alguno de los peculiares personajes que viven en la Casita Azul.
SINOPSIS
Un edificio en ruina, tres vecinos muy peculiares y las peripecias de un gato y un ratón son parte de los ingredientes que hacen de este espectáculo un incesante acontecer de situaciones llenas de comicidad. Dos titiriteras muy dicharacheras dan vida a todo esto acompañadas de música en directo. Este espectáculo está basado en el valor de la cooperación y de la ayuda a los demás.