LA RARA

Compañía inclusiva bajo la categoría de

La Rara se sumerge en el caos, el desorden, la locura, si es que alguna vez no estuvieron allí, enuna indagación documental y artística en relación a los trastornos mentales en las mujeres. Su objeto de estudio es la inestabilidad, la fragilidad, la vulnerabilidad, el desequilibrio, términosestigmatizados y asociados a las mujeres,
el punto de partida son LOS MANICOMIOS, lugares de encierro de la propia vida.

La Rara salta las tapias del silencio y propone un ejercicio de memoria ya que para atender a la salud mental hoy, tenemos que mirar a lo que ha sido ayer.

Es inadmisible que el diagnóstico se convierta en una identidad, debemos cuidar a esas personas a las que nombran “generación marcada por la pandemia” de cronificar sus ansiedades o trastornos, de una medicalización salvaje: temprana, excesiva y para siempre. Y dar esperanza a sus vidas, a esas que se han visto atravesadas como un rayo por el desasosiego y el pánico mundial, impidiendoles durante muchos días, demasiados, relacionarse con libertad, tocar con gusto, vivir con alegría.
Sentimos la necesidad de ayudarles a seguir, de resignificar lo vivido, de cerrar capítulo y abrir una página en blanco legitimando la soberanía de su autoría. Toda generación merece tener fe en un mundo mejor, en una vida plena.
¿Y si tomaramos la conmoción de la pandemia como un estado transitorio de locura colectiva? Hemos temblado mucho, nos hemos sentido tremendamente vulnerables.

Eva, Nerea, Julia, Rocío y Elo, cinco mujeres de más de cuarenta años y de clase media. Parten de la convivencia con sus propias afecciones: trastorno de la conducta alimentaria, crisis de ansiedad, esclerosis múltiple remitente recurrente... y, desde ahí, se asoman a la historia reciente de la salud mental. Tras ver los horrores que las precedieron, nos enseñan lo que les pasa a ellas ahora. No ignoran sus privilegios, pero saben que la conmoción acumulada durante cincuenta y siete días en estado de alarma, la confusión por haber llegado tarde a casi todo y la ansiedad que conlleva la autoexplotación permanente mientras sonríen, meten barriga y piden perdón, las están enfermando.

Órgia es un acto ecléctico que reúne historias de vidas secuestradas y maltrechas de mujeres que ya no lo pueden contar, relatos íntimos de quiénes lo vivieron y quieren contarlo y una verbena de voces de mujeres ávidas de ser cuerpo, uno sólo, y hacerlo saltar.