Cía. Antonio de Veronica & Saray Cortés

La Cía de Antonio de Veronica & Saray Cortés, surge de la unión de dos grandes bailaroes.

Antonio de Verónica se inicia en el flamenco la temprana edad de siete años. Lo hace en su ciudad natal, Málaga, de la mano de Susana Lupiánez "La Lupi". Con ella empezó a realizar giras por diferentes teatros de la provincia de Málaga, compartiendo escenario con el bailaor Antonio "el Pipa" y la cantaora María José Santiago. Con solo diecinueve años comenzó una residencia com primer bailaor de la sala Exit Palace de Tenerife.

Al igual que Saray, ha compartido escenario con los mejores artistas flamencos de la actualidad: Farruquito, Estrella Morente, Rafael Amargo, Miguel Poveda, Pedro el Granaino, Esperanza Fernández, Marina Heredia, Pitingo, José Mercé..Y un sin fin de artistas más.

Saray Cortés es bailaora de nacimiento. De la mano de su madre, la reconocida bailaora de flamenco "La Salinera" , comienza su actividad artística a la temprana edad de cinco años. A los doce, debutará en el cuadro flamenco "Temperamento" con el que recorre España. Simultáneamente, hasta los 15 años de edad, recibe clases de baile flamenco y clásico con Susana Peña. Empresaria precoz. Con tan solo dieciséis años estrena su propio cuadro flamenco que presenta en Tenerife durante 3 años. Las buenas críticas recibidas la hacen recabar en Londres donde actúa en el Teatro Queen Elizabeth. De este viaje vuelve con contrato de dos años como primera bailaora en la Sala Exit Palace de Tenerife.

Paralelamente continúa su formación acádemica en Sevilla, donde estudia con Manuel Betanzos y Soraya Clavijo.

Es en Tenerife, donde se conocen y comienzan una larga y prolífera carrera artística, que se prolonga hasta la actualidad.

Su trabajo técnico y coreográfico arraiga en la tradición del arte flamenco. El dominio de la técnica desde sus más puras raíces, unida a una composición musical y de percusión de hondo calado flamenco y a la creatividad de sus coreografías y puestas en escena, confieren una originalidad y fuerza única a sus espectáculos.